Fuente Citrus Deliciosa, 2025

Título: Fuente Citrus Deliciosa, 2025

Artista: Jorge Peris (Alzira, 1969)

Materiales: piedra, cemento, cobre, sistema hidráulico, agua, Citrus deliciosa.

Dimensiones: 10 x 6 x 3 metros

Ejecución: Obres Leal S.L.U.

Colección Todolí Citrus Fundació

Donación del artista

La Citrus deliciosa es una mandarina muy aromatica, dulce y jugosa, cuyo árbol se caracteriza por tener hojas más finas y alargadas que el resto de mandarinos.

Esta variedad da nombre a la obra Fuente Citrus Deliciosa, que el artista Jorge Peris (Alzira, 1969) ha donado recientemente a Todolí Citrus Fundació, y que ya forma parte de la colección permanente de la Fundación.

Peris ha elegido como emplazamiento una pequeña balsa de riego en desuso junto a un tramo de acequia igualmente abandonada, integrando estos elementos al circuito del recorrido del agua. De este modo, devuelve la memoria del sistema tradicional de riego, recreando un espacio de contemplación y de recreo.

Concebida como un conjunto de elementos, la obra incluye: un tótem del que brota un chorro de agua, una pequeña balsa de 1,70 m de profundidad, un tramo de canal, un banco, etc. Se define por el paisaje que la rodea, trazándose sobre la planta de la espiral áurea, abrazando un ejemplar de Citrus deliciosa en su ramificación.

Constructivamente, Peris parte de residuos, materiales constructivos abandonados y piedras, todos ellos recogidas en los alrededores. Estos elementos se yuxtaponen en lo que aparentemente podría parecer una composición improvisada, construyendo un centro que evoca la presencia de un dolmen megalítico.

Es un lugar que invita a sentarse, a escuchar el agua al caer, los pájaros alrededor, percibir el aroma de los mandarinos, la serenidad del entorno…

Peris no es ajeno al diálogo con la memoria, el paisaje y la experimentación: su práctica artística incluye instalaciones site-specific que exploran relaciones entre espacios, materiales humildes y cotidianos, el factor tiempo, lo autobiográfico, colaboraciones interdisciplinarias, y una constante tensión entre lo frágil y lo duradero. Esta obra se inscribe en esa trayectoria, pero aporta además una dimensión viva de paisaje agrícola, memoria social y naturaleza habitada.